Listado de la etiqueta: salud

¿Quieres hacer ejercicio pero no tienes tiempo? Te damos algunos consejos para integrar el ejercicio en tu agenda ajetreada

¿Te gustaría hacer ejercicio pero sientes que no tienes tiempo? ¿Te cuesta encontrar un hueco en tu agenda para cuidar tu salud y tu bienestar? Si te identificas con estas preguntas, este artículo es para ti. Te vamos a mostrar cómo puedes integrar el ejercicio en tu agenda ajetreada, sin que suponga un sacrificio ni una carga. Al contrario, verás cómo el ejercicio te ayuda a mejorar tu rendimiento, tu energía y tu satisfacción personal.

Pero antes de entrar en materia, queremos hacerte una pregunta: ¿Qué te impide hacer ejercicio? Piensa en las razones que te das a ti mismo o a los demás para no moverte más. Seguramente, la más común sea la falta de tiempo. Pero, ¿es eso cierto? ¿No tienes tiempo o no lo priorizas? La realidad es que todos tenemos el mismo tiempo, 24 horas al día, y lo que hacemos con él depende de nuestras decisiones. Así que, si quieres integrar el ejercicio en tu agenda, lo primero que tienes que hacer es cambiar tu mentalidad y verlo como una inversión, no como un gasto.

personas haciendo ejercicio

¿Qué te parece si te decimos que hacer ejercicio puede hacerte ganar tiempo?

 Puede sonar paradójico, pero es así. El ejercicio tiene múltiples beneficios para tu salud física y mental, que se traducen en una mayor productividad, creatividad y eficiencia. Además, el ejercicio te ayuda a prevenir enfermedades, reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo. ¿No crees que vale la pena dedicarle unos minutos al día?

Si ya estás convencido de que el ejercicio es una prioridad, el siguiente paso es planificarlo. No basta con tener buenas intenciones, hay que pasar a la acción. Y para eso, necesitas tener una estrategia que te ayude a integrar el ejercicio en tu agenda de forma realista y sostenible. A continuación, te damos algunos consejos para que lo consigas.

Define tu objetivo y tu motivación

Antes de empezar a hacer ejercicio, es importante que sepas qué quieres conseguir y por qué. Tener un objetivo claro y una motivación fuerte te ayudará a mantenerte enfocado y comprometido. Por ejemplo, tu objetivo puede ser mejorar tu salud, perder peso, ganar fuerza, relajarte, divertirte, etc. Y tu motivación puede ser sentirte mejor, verte mejor, superarte, disfrutar, etc. Lo importante es que el objetivo y la motivación sean personales y significativos para ti.

Una vez que tengas tu objetivo y tu motivación, escribe un plan de acción que te permita alcanzarlo. El plan debe ser específico, medible, alcanzable, relevante y temporal. Es decir, debes definir qué vas a hacer, cómo lo vas a hacer, cuándo lo vas a hacer, dónde lo vas a hacer y cómo vas a medir tu progreso. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu salud, tu plan puede ser hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico al menos 3 veces por semana, en el parque o en casa, y controlar tu frecuencia cardíaca y tu presión arterial.

Elige una actividad que te guste y se adapte a ti

Otro aspecto clave para integrar el ejercicio en tu agenda es elegir una actividad que te guste y se adapte a tu nivel, tus preferencias y tus circunstancias. No tiene sentido que te apuntes a un gimnasio si no te gusta, que hagas running si tienes problemas de rodillas o que practiques yoga si te aburre. Lo ideal es que encuentres una actividad que te divierta, te motive y te haga sentir bien.

Además, la actividad debe ser compatible con tu agenda y tu estilo de vida. Por ejemplo, si tienes poco tiempo, puedes optar por actividades de alta intensidad y corta duración, como el HIIT, el tabata o el crossfit. Si viajas mucho, puedes elegir actividades que puedas hacer en cualquier lugar, como el yoga, el pilates o el entrenamiento con tu propio peso. Si te gusta la naturaleza, puedes practicar actividades al aire libre, como el senderismo, el ciclismo o el kayak. Y si te gusta la variedad, puedes combinar diferentes actividades para no aburrirte y trabajar distintas capacidades.

Organiza tu agenda y reserva un espacio para el ejercicio

Una vez que tengas tu plan y tu actividad, el siguiente paso es organizar tu agenda y reservar un espacio para el ejercicio. No dejes que el ejercicio sea lo último que haces si te sobra tiempo, porque seguramente nunca te sobrará. Haz que el ejercicio sea una cita contigo mismo, una parte de tu rutina, un hábito. Para ello, es recomendable que fijes un horario y un lugar para hacer ejercicio, y que lo anotes en tu agenda como si fuera una reunión o una tarea importante.

Además, es conveniente que prepares todo lo que necesitas para hacer ejercicio con antelación, como la ropa, el calzado, el equipamiento, la música, etc. Así evitarás perder tiempo y excusas. También puedes aprovechar las oportunidades que te ofrece el día a día para moverte más, como subir por las escaleras, caminar o ir en bicicleta al trabajo, hacer estiramientos en la oficina, etc. Cada minuto cuenta.

Busca el apoyo de otras personas

Finalmente, un factor que puede ayudarte a integrar el ejercicio en tu agenda es buscar el apoyo de otras personas. Tener un compañero, un entrenador, un grupo o una comunidad que comparta tu objetivo y tu actividad puede ser muy beneficioso para tu motivación, tu compromiso y tu diversión. Además, te puede aportar consejos, feedback, ánimo y compañía.

Puedes buscar el apoyo de personas que conozcas, como amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc., o de personas que encuentres en redes sociales, aplicaciones, foros, blogs, etc. Lo importante es que te sientas cómodo y respaldado por personas que entiendan tu situación y te ayuden a alcanzar tu meta.

Integrar el ejercicio en tu agenda ajetreada no es imposible, si cambias tu mentalidad, planificas tu estrategia, eliges tu actividad, organizas tu tiempo y buscas el apoyo de otras personas. El ejercicio es una inversión en tu salud, tu bienestar y tu rendimiento, que te hará ganar tiempo y calidad de vida. Así que, no lo dudes más y empieza hoy mismo a moverte más y mejor.

Si quieres saber más sobre cómo integrar el ejercicio en tu agenda, o sobre otros temas relacionados con tu desarrollo personal y profesional, te invitamos a visitar nuestra página web asesoríamielgo.com, donde encontrarás más artículos, recursos y servicios de asesoría. También puedes contactarnos a través de nuestras redes sociales. Estaremos encantados de ayudarte.

Visita nuestra sección de Seguros de salud.

No puedes atender todas las demandas, da igual cuánto tiempo gastes o cuánto te esfuerces. Debes aprender a ignorar las tareas que no son suficientemente importantes

 

El consejo que nos suelen dar cuando tenemos muchas cosas que hacer es priorizar: primero lo urgente y lo importante y después lo demás hasta completar tus tareas. Pero, aunque suele ser un buen comienzo, llega un momento de tu carrera en que eso no es suficiente porque la lista de cosas que hacer es tan larga que ni siquiera priorizando llegarás a hacerlas todas. Por eso, algunos expertos recomiendan sumar un paso más a esta ecuación: aprender a decir que no a las cosas a las que sabes que no podrás llegar. Pero antes es imprescindible darte cuenta precisamente de que hay tareas a las que no podrás llegar.

Ordenar por importancia todos los quehaceres que tienes pendientes implica que sigues pensando que todos merecen tu tiempo y atención y que es solo cuestión de horas y esfuerzo completarlos. Clientes que esperan que estés disponible, otros empleados que necesitan que les atiendas y resuelvas sus inquietudes, una bandeja de entrada repleta de mensajes de estas mismas personas (y de tantas otras) y una lista interminable de tareas pendientes. Para agravar esta situación, es importante hacer tiempo para tu familia y amigos, hacer ejercicio y otras necesidades personales.

Nuestro tiempo y recursos mentales —como la atención— son finitos y limitados. Llegará un punto en que las demandas laborales te abrumen y no podrás satisfacerlas, da igual cuánto tiempo inviertas o cuánto te esfuerces. Esta situación laboral puede llevarte a sentir malestar psicológico como estrés o la sensación de que siempre vas a estar demasiado ocupado e incluso pensamientos que afecten a tu autoestima como «no soy capaz de acabar con todo».

Para llegar a ser realmente productivos, sobre todo cuando comienzan a ascender, los trabajadores deben entender la necesidad de elegir no hacer algunas de sus tareas. La clave es filtrar, delegar, aprender a decir que no. Es necesario ignorar activamente el gran número de obligaciones que no son suficientemente importantes para dedicarles nuestros recursos y entender que tomar estas decisiones también forma parte del puesto de mando en el que nos encontramos.

Ya, pero ¿eso cómo se hace?

Lo primero es aprender a cambiar el punto de vista para que los pensamientos que nos suelen agobiar —»tengo mucho por hacer y pocos recursos para resolverlo»— no se conviertan en estrés. «Deberíamos cambiar nuestra perspectiva y entender la bandeja de entrada a rebosar, la lista interminable, la fila de personas que esperan a ser atendidas como signos de que la gente quiere nuestro tiempo y atención», explica Ed Batista, coach e instructor en la Escuela de Postgrado de Negocios de Stanford en HBR. «No buscamos una bandeja de entrada puesta al día, sino vacía de todos los mensajes verdaderamente importantes. No necesitamos llevar a cabo todas las conversaciones pendientes, sino que no haya personas verdaderamente importantes con las que aún no hayamos hablado».

Para poder filtrar en estas situaciones hay algo esencial: tenemos que tomar decisiones. Decidir quién y qué es más importante o urgente y qué cosas delegamos o retrasamos. Esto implica un aspecto emocional que está vinculado con la responsabilidad de tomar estas decisiones. «Filtrar tiene un aspecto emocional muy importante, no solo es cognitivo», explica Batista. Ignorar activamente las cosas y decir que no a las personas genera una gama de emociones que influyen en nuestras elecciones y comportamiento. «Esto es precisamente lo que hace tan difícil filtrar», añade. Ser consciente de estas emociones es el primer paso para aprender a gestionarlas.

Batista también recomienda cambiar las herramientas que utilizamos para gestionar nuestro trabajo. Gastamos grandes cantidades de energía en gestionar el tiempo y la productividad personal.  Uno de los puntos en el que los expertos están de acuerdo es en que hay que dejar de llamar gestionar el tiempo a lo que en realidad debería ser gestionar el flujo de trabajo, es decir, descubrir cómo de productivo puedes ser, cómo se estructuran las tareas, cómo se sincronizan y cómo fluye la información. Jordan Cohen, otro experto en productividad y autor del libro Make time for the work that matters lo compara con la comida: «No es lo mismo hacer dieta que estar sano». De la misma forma, puedes prestar más atención a la gestión del tiempo que estás haciendo y no por eso ser más productivo. La clave está en ser consciente de que no puedes llegar a todo y decidir qué tareas atiendes y cuáles no.

 

Por

M. Victoria S. Nadal
Publicado en El Pais

Contrata tu seguro de vida con un 50% de descuento. Ahorra ahora y disfruta de una reducción del 50% en la tarifa de tu seguro para el resto de tu vida.

 

¿Por qué un seguro de vida?

Para hacer frente a una pérdida

 

 

Para cobrar una pensión complementaria en caso de invalidez

 

 

Para sufragar los gastos en caso de enfermedaz grave

 

 

Para garantizar el pago de deudas e hipotecas

.

 

 Ventajas

 

Puedes cobrar hasta 5 veces el capital de fallecimiento en caso de invalidez absoluta

Te permite disponer de hasta 180.000€ en caso de sufir una enfermedaz grave

¡Puedes contratarlo hasta los 74 años!

 

Otros valores añadidos

 

              Revisiones médicas incluidas para mujeres de cualquier edad y para hombres mayores de 50 años.

 

    24 horas de orientación médica gratuita telefónica y online.

60% de descuento en consultas, pruebas y tratamientos médicos, en gimnasios, spas.

Puntos Premium para canjear por servicios de salud y bienestar.

 

 

Contacta con nosotros para recibir toda la información sin ningún compromiso  y empieza a disfrutar de las ventajas  de pertenecer a Asesoría Mielgo Correduría de Seguros

 

LLÁMANOS

SOLICITA PRESUPUESTO

 

Oferta válida para nuevas contrataciones de seguros de Vida que cumplan las condiciones de contratación de la compañía aseguradora.

Aquí van algunos consejos y trucos para hacer tu vida un poco mejor y para que reduzcas notablemente los síntoma del estrés, recuperando el control de tu día a día.

1.) Levántate temprano

Lo primero que podemos hacer para recuperar el control de nuestra vida es simplemente levantarnos una o dos horas antes cada mañana. Ya sea tomándote una cerveza menos la noche anterior, organizándote para salir a la hora de trabajar, o no quedándote enganchado viendo varios episodios de tus serie favorita…  Por la mañana, ese tiempo extra, servirá para no vivir precipitado el resto del día y para aumentar notablemente la sensación de control.

 

2) Ten siempre presente la regla 80/20

¿Conoces la Ley de Pareto?

El principio de Pareto estableció que el 80% de los resultados vienen determinados por el 20% de las causas, es decir, que el 20% del esfuerzo genera el 80% de los resultados.

Pareto postuló que esta ley se aplica a múltiples situaciones en la vida real. En el trabajo o en tus tareas diarias, muchas veces el 20% de las responsabilidades ocupan el 80% de tu tiempo. Trata de aprovechar tu tiempo para aquello que te reporta un mayor beneficio y podrás así reducir notablemente tu esfuerzo.

 

3) Respirar aire fresco es vital

A lo largo de tu día es imprescindible dar un paseo o hacer algo de ejercicio al aire libre, especialmente si te pasas todo el día sentado en un escritorio. Si puedes hacer un paréntesis en tu jornada para disfrutar de la luz del día y del aire fresco, esto tendrá un impacto muy positivo en tu ánimo y te ayudará a ser más productivo y a estar más relajado.

 

4) Elimina la comida basura

A estas alturas todo el mundo sabe que las dietas con altas cantidades de comida basura suponen un riesgo para la salud y para nuestro bienestar. Puedes comprobar que realmente merece la pena hacer un pequeño esfuerzo y organizarte para disfrutar cada día de comida de buena calidad. Evita en la medida de lo posible comer siempre fuera de casa, y si no te queda más remedio, busca sitios que sirvan platos sanos y frescos.

Está contrastado que cuanto más saludables sean tus comidas, te sentirás menos estresado, más ágil y despierto a lo largo del día, y en definitiva te sentirás mejor.

¡Al fin y al cabo somos, entre otras cosas, lo que comemos!

 

5) La vitamina D: disfruta sus beneficios

Toma el sol siempre que tengas oportunidad: aprovecha los rallos del sol.. Está demostrado que absorber vitamina D, por supuesto con la debida protección, mejora el estado de ánimo y hace que te sientas más relajado y enérgico.

Si el clima lo permite date un chapuzón, y si no, da igual!  Aprovecha los días soleados, sea verano o invierno, para para pasear por la playa (si la tienes cerca) o simplemente sentarte en un banco o en una terraza. Aunque sólo sean 10 minutos, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.

 

6) Elimina los obstáculos de tu camino

Hacer cada día una lista con tareas pendientes priorizando las cosas importantes y las urgentes, es un hábito compartido por muchas personas altamente productivas. Para a partir de ahí, con el tiempo que nos quede, encargarnos de otras tareas menos prioritarias. De esta manera centraremos nuestro esfuerzo en lo realmente importante y despejaremos nuestra mente para funcionar mejor durante todo el día.

 

7) Ordena tu bandeja de entrada

Puede que te lleve una o dos horas, pero es muy recomendable revisar  tu cuentas de correo y darte de baja de unas cuantas webs y tiendas on-line que realmente no te interesan. Una bandeja de entrada limpia te ayuda a tener la mente clara y a estar más relajado.

 

8) Utiliza el poder de la música

Si te sientes estresado, nervioso o alicaído utiliza la música apropiada para equilibrar tu estado de ánimo. La música tiene un impacto muy fuerte sobre nuestras emociones presentes, y  por lo tanto es un potente aliado para recuperar el equilibrio cuando lo necesites.

 

9) Optimiza tu redes sociales

A través de las redes sociales recibes continuamente «inputs» que muchas veces no te aportan nada y que pueden suponer un gasto de energía innecesario para ti. Si esa persona con la que no tienes contacto desde el instituto está siempre publicando cosas que no te interesan, prueba a dejar de seguirla. Serás mucho más feliz y dipondrás de más tiempo para centrarte en las cosas que si te interesan. Deja de seguir y leer lo que realmente no te aporta nada!

 

10) Domicilia todos tus pagos

Domiciliar los pagos de tus facturas te ayudara a ahorrar tiempo y reducirá tus preocupaciones: el pago de tasas e impuestos, cuotas de comunidad, alquileres, seguros, suministros etc etc. Simplemente activa una alerta en tu móvil para controlar los gastos pero no dediques tu tiempo a gestionar todo aquello que puedes automatizar.  

 

11) Reduce las notificaciones en tu móvil

Prueba a desactivar las notificaciones de todas aquellas aplicaciones que realmente no exijan una respuesta inmediata. De esta forma solo revisarás tus cuentas en las redes sociales, tus emails personales o demás avisos cuando tengas un momento para ello, no cada vez que te lo diga un zumbido!

 

 12) Viste de manera apropiada para sentirte más seguro

Encuentra un balance con tu propio estilo y apropiado para tu día a día, que te permita sentirte más cómodo a lo largo de tu jornada y de esta manera sentir más confianza y seguridad al hacer las cosas. Deshazte de toda aquella ropa que hace años que no utilizas, hay gente que la necesita y le va a dar una segunda vida, y a ti te ayudará a ordenar tu armario y de paso tu mente.

 

Asesoría Mielgo Correduría de Seguros, ¡¡Elimina tus preocupaciones y vive más relajado!!