Navidades sin azucar
Llega esta época del año y parece que todo vale, pero ¿de verdad nos compensa vivir unos días o semanas “a todo tren” y paliar los estragos luego?
Antes del día de Navidad ya hemos pasado por cenas de empresa, de amigos, de estudios… y seguro que hemos caído en la tentación de algún que otro dulce porque, aunque parezca increíble los dulces navideños empiezan a asomar en los pasillos y estantes de los supermercados más de un mes antes de llegar estas fechas. De hecho, los responsables de comercializar dichos productos tienen muy claro que muy a menudo el primer paso para que nos pueda apetecer un producto, y por ende lo compremos, es que lo veamos, y por eso nos encontramos con establecimientos que empiezan a ofrecerroscones de Reyes en noviembre. Todo ello supone, a nivel nutricional, un escenario nada favorable…
Qué pasa en Navidad
Vamos a poner algo de sentido común, que falta nos hace. En las comidas navideñas solemos empezar con el aperitivo, seguimos con los dos o tres platos de rigor y acabamos con un postre más el surtido de turrones y otros dulces. Son comidas copiosas, me atrevería a decir que excesivas en la gran mayoría de los casos.
¿Comer de más en las comidas navideñas?
- Suelen tener exceso de proteínas, pues muchos aperitivos están formados por alimentos proteicos con fiambres y/o mariscos y luego volvemos a tener productos cárnicos generalmente en el segundo plato, a veces incluso también en el primero.
- El contenido graso también suele ser considerable al preparar aperitivos con salsa, caldos que a veces están bastante cargados, esos caldos consistentes que “casi son para tomar con cuchillo y tenedor”, un segundo bastante consistente y postres aún más.
- El azúcar en Navidad se suele llevar la palma, como hemos visto en otras ocasiones, ya que muchos productos procesados suelen llevar azúcar. Por ello, debemos revisar etiquetas, especialmente si vamos a comprar alguna salsita para los aperitivos, algún tipo de tostaditas o volovanes, etc.
- Los platos principales es más habitual que sean platos tradicionales cocinados íntegramente de forma casera y ahí será más difícil que se cuele el azúcar, pero llegado el momento del postre… tanto si tomamos algún postre tipo helado, sorbete o similar, que ya contiene azúcar, como por el posterior abanico de turrones, polvorones, mazapanes… en todos ellos nos vamos a encontrar con un buen contenido de azúcar.
¿Turrones sin azúcar en Navidad?
Quizás ahora mismo estés pensando que en tu caso, como escoges turrón “sin azúcar” no hay problema. Bueno, la realidad es algo desilusionadora pues normalmente estamos hablando de turrones, no sin azúcar, sino sin azúcar añadido. Y es que si el azúcar lo proporcionan los alimentos que lo forman se considera azúcar naturalmente presente como sucede en el caso de la miel, que es un ingrediente del turrón y nutricionalmente no es otra cosa que azúcar.
Otra opción es que hayan sustituido también la miel o cualquier otro ingrediente azucarado por algún edulcorante. En este caso, se suelen utilizar polialcoholes que son los productos que tienen la capacidad edulcorante suficiente y consiguen aportar la textura y propiedades adecuadas para lograr un buen producto desde el punto de vista de los sentidos (organolépticamente). Aquí es cierto que disminuye el contenido en azúcares que contiene, pero no por eso se trata de un producto light o poco calórico. El contenido graso de los turrones suele ser importante, así que unos gramos menos de azúcar no lo convierten en un alimento ligero.
¿Y si hay una persona diabética en casa?
Debemos tener en cuenta la cantidad de hidratos de carbono que toma ese día, especialmente azúcares. Algo que han de hacer siempre, pero con mayor precaución estos días por la dificultad de cuantificar la ingesta cuando se come a base de picoteo, cosa que suele suceder en el aperitivo y en los postres.
Aunque siempre se deben personalizar las indicaciones en función de cada caso en particular, el consejo suele ser que se moderen las cantidades, y no se recurra a turrones sin azúcar, pues en algunas ocasiones el consumo de estos productos puede dar una falsa sensación de control y que consumamos demasiada cantidad por ello.
Debemos tener en cuenta que los polialcoholes que se utilizan como endulzantes pueden generar molestias gástricas si se consumen en exceso. Además, el incremento de la glucosa postpandrial, es decir, tras una ingesta, no sólo aumenta por la ingesta de azúcar, sino que las grasas y las proteínas también producen un incremento de azúcar en sangre.
10 consejos para sobrellevar las fiestas
- Desde noviembre ya tenemos turrones, así que esperemos a que realmente lleguen las fechas navideñas para consumir estos productos. Si los llevamos antes a casa es muy probable que los empecemos a consumir antes.
- Calculemos lo que vamos a necesitar para no llegar a marzo con el armario lleno de mazapanes y cargo de conciencia por lo que nos supone tenerlos ahí cada día.
- Revisemos las etiquetas antes de comprar productos de aperitivo ya que pueden llevar azúcar escondido a pesar de no ser dulces.
- Si preparamos nosotros el menú, intentemos escoger platos más bien ligeros y especiales por su presentación y variedad, pero ricos en frutas y verduras.
- Si vamos a comer fuera lo que sí podemos controlar son las proporciones de lo que escogemos y moderarnos con las cantidades.
- A la hora de comprar dulces también hay que mirar bien etiquetas, no olvidemos que no es lo mismo “sin azúcar” que “sin azúcares añadidos” y que a nivel calórico no hay demasiadas diferencias entre el producto tradicional y el sin azúcar.
- Procuremos incrementar la actividad en los días de fiesta, si puede ser un paseo después de la comida nos ayudará a estirar las piernas, contribuir a que no suba tanto el azúcar en sangre, y también a no seguir picando dulces toda la tarde.
- Si a nivel familiar la salida posterior es muy difícil procuremos encontrar otro momento para mantenernos activos. Por ejemplo, por la mañana, si hace falta tempranito, para empezar el día activos y con buen pie.
- Recordemos que no hay forma de compensar un exceso, así que, si hemos comido demasiado sí que podemos comer menos al día siguiente, pero el sobreesfuerzo digestivo, etc., ya lo habremos ocasionado, así que procuremos moderarnos.
- No olvidemos que el alcohol es un producto tóxico para nuestro organismo, así que si lo tomamos debemos limitar su consumo.
Lo que debes saber…
- Evitemos anticiparnos con la compra de dulces, y dejemos su consumo para los días de fiesta.
- Los días festivos procuremos no excedernos en cantidades, y escojamos una porción moderada de aquello que más nos gusta.
- En las comidas navideñas puede haber exceso tanto de grasas, como de proteínas y de azúcares, por lo que lo ideal es escoger bien y proporcionadamente y limitar o evitar la ingesta de alcohol.
Mercè Gonzalo
Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Nutricionista consultora de Advance Medical